El pasado fin de semana se suprimieron desde Madrid 32 trenes, dejando más de 15.000 personas afectadas.
El descarrilamiento de un tren este sábado 19 de octubre entre las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín ha provocado la supresión de una veintena de trayectos, así como el retraso de otros muchos, dejando a más 15.000 afectados, según datos que ha facilitado Renfe. En total, tuvieron que ser cancelados 32 trenes: 22 de Renfe, seis de Ouigo y cuatro de Iryo.
En este sentido, FACUA recuerda a todos los afectados que si su trayecto se encuentra entre los cancelados o si se han visto afectados por un retraso de al menos 60 minutos —ya sea en la salida o en la llegada al destino— están obligadas a ofrecer a todos los consumidores las siguientes opciones: el reintegro del importe total del billete, la continuación del viaje en condiciones de transporte comparables y lo antes posible, o la continuación del viaje o la conducción por una vía alternativa, en condiciones de transporte comparables, en fecha posterior que convenga al viajero.
Además, cuando no se hayan comunicado al viajero las posibilidades de conducción por una vía alternativa dentro de los 100 minutos siguientes a la salida prevista, el viajero tendrá derecho a buscar una alternativa y realizar el trayecto por sus propios medios. En estos casos, la empresa ferroviaria tiene la obligación de reembolsar al pasajero los costes derivados necesarios, adecuados y razonables.
La asociación señala que tanto la operadora pública (Renfe), como las operadoras privadas que circulan por la red de ADIF (Iryo y Ouigo) tienen obligación de cumplir estas obligaciones, recogidas en el Reglamento (UE) 2021/782 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2021, sobre los derechos y las obligaciones de los viajeros de ferrocarril.
FACUA advierte de que las operadoras privadas no están exentas de estas obligaciones aunque el incidente no haya sido su responsabilidad. El artículo 32 del citado reglamento señala que “otra empresa que utilice la misma infraestructura ferroviaria no será considerada como tercero“, por lo que no puede eximirse de cumplir lo dispuesto por la normativa europea.
Comida y alojamiento
Por otro lado, la normativa europea también señala que, si el retraso es superior a 60 minutos, la empresa ferroviaria tiene que ofrecer gratuitamente comidas y refrigerios, en una medida adecuada al tiempo de espera. En el caso de que el consumidor requiera una estancia de una o más noches, la empresa ferroviaria deberá proporcionar también alojamiento en un hotel u otro lugar, y transporte entre la estación de ferrocarril y el lugar de alojamiento.