La segunda generación del Audi A4 se presentó en 2000, y la producción en serie comenzó en 2001. El coche se construyó sobre la plataforma del VW Passat B5. El modelo fue un éxito: durante el periodo de producción se fabricaron cerca de un millón de ejemplares, que se vendieron en todo el mundo. Detengámonos un poco más en algunos de los problemas típicos que acompañan al funcionamiento de este coche.
Motores
El Audi A4 de la segunda generación estaba equipado con una gama bastante amplia de propulsores. El motor de base era un motor de gasolina de 1,6 litros, que dio 102 caballos de fuerza, y la parte superior – 4,2, que estaba equipado con la versión S del coche. Los más comunes eran los motores de gasolina con volúmenes de 1,8 y 2 litros. En el primer caso era posible alcanzar el índice de 150 a 190 fuerzas, y en el segundo – 130. Las modificaciones diesel tuvieron mucha demanda. Entre ellas, el éxito tuvo un motor de 1,9 litros, que, dependiendo de los ajustes, daba de 100 a 130 fuerzas.
Los problemas con el motor de dos litros empezaron cerca de los 100.000 kilómetros. El principal era la acumulación de aceite. En algunos casos, alcanzaba los 2-3 litros cada 10 mil. Sin embargo, una vez alcanzado cierto volumen, el consumo no aumentaba, manteniéndose en el mismo nivel durante mucho tiempo.
Unidad diesel 1.9 TDI difería fiabilidad y fácilmente vivió hasta 200 mil kilómetros. Sin embargo, debido a la baja calidad del combustible, a menudo era necesario cambiar los inyectores de combustible y otros pequeños despiece Audi A4 B6.
El modo de funcionamiento estándar del motor se rompía a menudo por el fallo de las bobinas de encendido. Si el coste de un recambio nuevo le parece demasiado alto, puede encontrar una copia decente en el mercado secundario. Pero el fallo de arranque, lo más probable, se asocia con la rotura del sensor de temperatura del refrigerante.
El aumento de las vibraciones en el trabajo del motor puede hablar de la destrucción de los soportes del motor de combustión interna. En el segundo cien mil kilómetros de kilometraje a menudo falla sensor de posición del cigüeñal y el sensor de consumo masivo de combustible. También hay problemas con el termostato. Tenga en cuenta que su sustitución es un procedimiento muy difícil.
El motor turboalimentado 1.8 es más fastidioso en funcionamiento. Por ejemplo, el tubo de admisión a menudo se frota, debido a lo cual comienza la succión de aire. El coche funciona de forma inestable al ralentí y pierde potencia. En cuanto a la turbina – en promedio, su recurso es suficiente para 200 mil kilómetros de carrera. Tenga en cuenta que el soplador se puede reparar.
Un crujido característico que aparece tras un arranque en frío puede indicar un mal funcionamiento del regulador de fase o un estiramiento de la cadena.
La transmisión automática Tiptronic es bastante fiable y tiene un recurso de más de 200 mil kilómetros. Sin embargo, si ha empezado a notar tirones y sacudidas al cambiar de marcha, lo más probable es que el asunto esté en el desgaste de los paquetes de fricción. Por desgracia, es imposible prescindir de su sustitución.
Variador Multitronic tiene más problemas. Requiere cambios frecuentes de aceite, de lo contrario el desgaste acelerado de la cadena y los conos es inevitable. Tal mal funcionamiento dará lugar a la necesidad de una reparación importante de la caja o su sustitución.
A partir de los 200 mil kilómetros, los catalizadores se obstruyen. Por supuesto, por reglamento deben ser cambiados, pero muchos automovilistas domésticos simplemente los retiran del sistema, instalando parallamas.
El embrague de las cajas mecánicas tiene una duración de 160-180 mil años, tras los cuales es necesario sustituirlo. Naturalmente, el mecanismo original costará significativamente más caros que los análogos.
Suspensión de aluminio de Audi A4 sufre de baja calidad de las carreteras nacionales. Los silentblocks y las palancas fallan.
Pero con la pintura de fábrica casi no hay problemas. A pesar de la edad, las piezas de la carrocería rara vez muestran ni un atisbo de óxido. Los elementos son resistentes a los efectos de sales y reactivos.
El punto débil del modelo es el compresor del aire acondicionado, que falla debido a la falta de lubricante de los elementos móviles. Tenga en cuenta que es prácticamente irreparable, por lo que requiere sustitución.
En general, el Audi A4 de la segunda generación es un coche bastante fiable, que entregará a su propietario un número mínimo de problemas. La principal dificultad, por supuesto, es encontrar un ejemplar en condiciones decentes.
